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Descripción

Para llegar hasta Ablanque se puede acceder desde la A-2, abandonándola por la salida de Alcolea del Pinar (km 130) y por la N-211, a la altura de Mazarete (km 28). El interés turístico de Ablanque reside en la Iglesia parroquial católica de entrada, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Al sur del pueblo está la ermita de San Roque y contiguo a ella, el cementerio. La Casa del Concejo y el Puente Romano también destacan en la villa.

Históricamente, Ablanque fue ocupada por campesinos libres que explotaban la tierra en propiedad y que solo reconocían al Rey como Señor. Posteriormente se agruparon en unidades politico-administrativas llamadas de Común de villa y tierra, que ostentaban sus propios fueros. El Común de Villa y Tierra de Medinaceli fue fundado por D. Gonzalo Nuñez de Lara en el siglo XII y bien entrado este comenzó su repoblación. Esta fecha nos sirve de referencia para situar la fundación de Ablanque y el origen de nuestros ancestros en estas tierras.

El campesinado que llegó a estos parajes provenía en su mayor parte de las tierras de Vizcaya y Burgos, donde los Lara tenían su señorío. Fundaron varias aldeas con nombres que recordaban a los fundadores o su lugar de procedencia, tales como "Lara-Nueva" y Abánades. Abánades era el nombre de dos pueblos, hoy desaparecidos, que se encontraban en las inmediaciones de Melgar de Fernamental (Burgos).

Fuera de ruta

A menos de dos kilómetros de Ablanque, encontrarás el área recreativa Fuente del Cura. Es muy identificable desde la propia carretera porque desde la misma se pueden observar  mesas hechas de roca y una pequeña presa sobre el Río Ablanquejo que, es zona de baño en época estival. Es recomendable hacer una parada aquí para refrescarse si es temporada de calor. 

Como curiosidad, hace unos años había una chopera que proporcionaba sombra al lugar, pero durante el incendio de Riba de Saelices se cortaron los árboles para que los helicópteros pudieran recoger el agua del Azud y paliar las llamas.