Castillo de Zorita
Descripción
Zorita de los Canes es un pueblo situado sobre una ladera bañada por el Tajo, en el que sobresalen las ruinas del histórico castillo. Durante la Edad Media e incluso antes, Zorita era un enclave de suma importancia en la comarca. La historia del castillo, como sucede en la mayoría de los casos, corre paralela a la del municipio. Pero en este caso los orígenes son muy anteriores, siendo ya importante la ciudad romana y luego visigoda, donde en el cercano cerro de Rocafrida, antigua Racupel y Recópolis con los godos, se conservan numerosos restos de aquella época. Las excavaciones de Recópolis, de las que hablamos seguidamente, que pueden ser visitadas a un kilómetro del pueblo actual, presentan algunos muros y arcos de la antigua ciudad que Leovigildo fundó en honor a su hijo Recaredo.
Pero volvamos a la fortaleza sobre el pueblo. Este castillo de enormes proporciones es medieval y está compuesto por una amalgama de murallas, puertas y torreones construidos a lo largo de los siglos, sobre los que al final cayó la ruina, siendo difícil aventurar su forma primera. En cualquier caso, la ruina es bella y en un recorrido por su interior se pueden descubrir detalles de gran valor histórico.
Una vez visitado el pueblo, nos acercamos a Recópolis, que cuenta con un centro de interpretación acogedor, cómodo y didáctico como pocos. Sin grandes alardes, tiene todo lo necesario para conocer mejor la historia y el origen de lo que vamos a ver a continuación: tal vez el yacimiento visigodo más importante de la Península. Un consejo: no os perdáis el video explicativo. El rey Leovigildo, guerrero y tirano como pocos, en sus continuas campañas contra los bizantinos durante el siglo VI, valoró de gran importancia estratégica un cerro conocido como de la Oliva, situado sobre las márgenes del río Tajo. Se trata de un montículo que en su parte alta posee una llanura de casi 600 metros de largo por otros 600 metros de ancho. En honor a su hijo Recaredo, mandó fundar allí una ciudad amurallada en el año 578, construyendo un palacio con más de 150 metros de largo junto a la cornisa del cerro, y una basílica de gran envergadura. A su alrededor se levantó toda una ciudad. En el año 1944 el arqueólogo Juan Cabré empezó las primeras excavaciones en Recópolis guiado por los datos encontrados en los escritos de San Isidoro y en el Cronicón Emiliacense, que aportaban datos de la construcción de una ciudad a orillas del Tajo. Hasta el momento, solo el 5% de la extensión está excavada. Todo indica que, como estructura urbana, Recópolis perdió su identidad cuando se construyó el castillo de Zorita con sus piedras, ya en el siglo IX.
Galería de imágenes
Fuera de ruta
A poco más de 10 minutos de Zorita de los Canes, se encuentra Salto de Bolarque, un enclave industrial histórico levantado a principios del siglo XX por iniciativa del marqués de Urquijo e inaugurado en 1910 por Alfonso XIII. Aunque ya en el siglo XV se tiene referencia de actividad hidráulica por sus molinos. En las confluencias de los ríos Tajo y Guadiela, actualmente alberga el complejo hidroeléctrico de la Central de Bolarque, que genera y transporta energía eléctrica a Madrid y eleva agua para el trasvase Tajo-Segura desde su embalse.
Como curiosidad y elemento diferenciador, en la nave que albergó la primera central hidráulica, la casa de las máquinas, se abrió en 1975 el Museo Histórico Unión Fenosa. Este museo de la central de Bolarque ofrece una visión de la ciencia y la técnica de la época, a través de los utensilios que se utilizaron para construir la presa. Si te interesa dicho ámbito, esta parada es obligada, pues es uno de los pocos museos de este tipo en España.