Castillo de Almoguera
Descripción
En busca del castillo de Pioz y antes de detenernos en Mondéjar, pasamos por Almoguera. Su nombre significa “la cueva” y para entonces ya existía un castillo roquero que defendía la ciudad. En el siglo XII el rey Alfonso VII la convirtió en villa y cabecera de un alfoz que recogía tierras y municipios distribuidos por las hoy provincias de Guadalajara y Madrid. Perteneció a la orden calatrava y en la Edad Media, poblada por judíos y mudéjares, consiguió su mayor esplendor. Los calatravos engrandecieron el castillo y completaron la muralla.
Este castillo de origen árabe fue parcialmente destruido a mediados del siglo XV, hacia los años 1445 ó 1446, por el caballero Ramírez de Guzmán, apodado "Carne de Cabra", que se autoerigió maestre de Calatrava y se hizo dueño, a la fuerza, de Zorita, Almoguera y otros fuertes enclaves de la Orden. En esta villa, al retirarse vencido, desmanteló su antigua fortaleza, que no fue levantada de nuevo. Sin embargo, en 1998 fue rehabilitado quedándose actualmente en un espacio abierto rodeado de almenas en lo alto del roquedal donde se asentaba la antigua fortaleza.
Fuera de ruta
Desde Almoguera, siguiendo por la carretera CM-404 a apenas 10 minutos en moto encontrarás un paraíso terrenal, Mazuecos, que destaca por los yacimientos arqueológicos de todas las épocas prehistóricas que alberga, como los de Dos Cerrillos, La Carreta y el Camino de Driebes. En la visita a esta villa el viajero además podrá recorrer las calles de su maravilloso conjunto urbano formado por casas con muros de mampostería cubiertos de cal que le otorgan cierto carácter meridional.
Mazuecos perteneció a la Orden de Calatrava hasta 1541, cuando lo compraron los Marqueses de Mondéjar. De su pertenencia a la Orden se conservan los pilones, fuentes y las ruinas del convento de San Benito que sabrán trasmitir al visitante su encanto e historia. Tampoco podrás dejar de ver la iglesia de Santo Domingo, de estilo barroco levantada en el siglo XVII; en ella destaca el Cristo Crucificado de su altar mayor y los retablos barrocos.
En las faldas del Cerro Redondo, Mazuecos hará que te encuentres en paz y armonía. Si es posible, te recomendamos que coincidas tu visita con la fiesta de la Virgen de la Paz en la que desfila “La Soldadesca”: los mozos del pueblo se visten de soldados de otras épocas y ondeando sus banderas siguen en procesión a la Virgen. El origen de esta tradición está en la victoria de la batalla de Lepanto.