Una ruta turística en moto por la provincia de Guadalajara. Organízala a tu aire.
Tamajón

Tamajón


Descripción

Tamajón tiene tres calles paralelas que van a parar a la plaza, que preside la iglesia parroquial, elevada sobre un altillo. En su calle mayor se encuentra el Ayuntamiento, una preciosa fachada con un gran escudo en la parte superior de su portada, que en tiempos fue un palacio perteneciente a la familia Mendoza.

Este pueblo posee una larga historia. Allí estuvo ubicada la ciudad de Tamalla y es de todos sabido que Felipe II pensó en su momento construir el Monasterio de San Lorenzo, que al final acabó levantándose en el pueblo de El Escorial. Hubo una próspera fábrica de vidrio en la localidad que abastecía las mejores casas de la corte y en tiempos de la guerra de la Independencia, el cura titular de la villa, Matías Vinuesa, destacó como hábil guerrillero y capitán de un pequeño ejército de campesinos que hizo la vida imposible a las tropas del general Hugo, padre del literato francés, que anduvo por estos parajes serranos, que tanto se prestan a la práctica de la famosa guerra de guerrillas, con la que el pueblo espantó a los mejor armados y mejor dotados soldados franceses.

Tamajón tuvo castillo, hoy desaparecido, sobre el cerro de “El castillejo” a tres kilómetros al oeste de la localidad. Desde época califal sirvió para vigilar la ruta desde la Sierra Norte hasta la Campiña del Henares, era de pequeño formato y adaptado al terreno. A un kilómetro de la villa se encuentra, entre enebros y peñascos, la ermita de la patrona de la localidad, la Virgen de los Enebrales. Ya destruido, puede verse a las afueras del pueblo el convento de franciscanos que estuvo en pie hasta la Desamortización de Mendizábal en el siglo pasado.

Galería de imágenes




Fuera de ruta

Saliendo de la villa por la carretera cercana a la iglesia, a menos de un kilómetro hay un cruce. La carretera de la derecha conduce al este del pico Ocejón, concretamente a los pueblos de Valverde de los Arroyos, Palancares y Almiruete, por donde continuaremos nuestra ruta, rumbo de Valverde. Pero antes, otra sugerencia fuera de ruta, a mano izquierda, se llega a la localidad de Majaelrayo. De bajada, se bordeará el Ocejón por la otra vertiente.

Antes de llegar a Majaelrayo la carretera pasa cerca de El Espinar, Campillejo y Campillo de Ranas, localidades visitadas en la anterior excursión. Aunque el viajero esté tentado de adentrarse de nuevo en sus negras calles, debe continuar porque los parajes que le quedan por ver son igual de atractivos. A estas alturas de viaje se habrán apreciado las impresionantes faldas del Pico Ocejón, que en invierno permanece nevado durante varios meses. Tiene una altitud de 2.048 metros. Cuenta una hermosa leyenda que una madre tenía tres hijos que todo el día andaban a la gresca. Se pegaban continuamente sin que ella pudiera hacer nada. Un buen día la madre se hartó de tanta fiereza y decidió convertirlos en montañas, de forma que siempre pudieran verse, pudieran hablarse a través del viento, pero nunca pudieran tocarse. Estas tres montañas son el pico Ocejón, la Sierra del Alto Rey situada algo más al norte, a 25 kilómetros en línea recta, y el Moncayo, ya en la provincia de Zaragoza. La majestuosidad de estas tres grandes montañas despertó durante siglos la imaginación popular.

Majaelrayo está cercano a los 1.200 metros sobre el nivel del mar, en la misma falda del gran pico. Es por su situación uno de los puntos turísticos preferidos por las gentes que se acercan a saborear los paisajes de la Sierra Negra. Aunque algunas de sus casas han perdido, por dejadez, el carácter típico de la vivienda de pizarra que se veía en localidades como La Vereda o podemos disfrutar también en Campillo de Ranas, su belleza sigue existiendo. En Majaelrayo , Campillejo y Campillo de Ranas hay una buena oferta hostelera y de alojamiento, y de allí parten unas interesantes rutas de senderismo, entre ellas el acceso al Pico Ocejón o a las Pozas del Aljibe.

Desde Majaelrayo salen dos carreteras, una de ellas, a mano izquierda, asciende al Puerto de La Quesera, atravesando la Reserva Natural de Sonsaz, cruzando por las crestas de la serranía de Ayllón, recorriendo unas vistas impresionantes. Desde allí se llega al límite con la provincia de Segovia, concretamente a Riaza, pasando previamente por la estación de esquí de La Pinilla. Son algo más de treinta kilómetros desde Majaelrayo, que si el viajero no tiene prisa puede recorrer pues en el trayecto fácilmente se encontrará con animales en libertad, como ciervos, gamos, corzos y gran variedad de rapaces.

Otro interesante fuera de ruta desde Tamajón es acercarnos a Muriel y asomarnos a la cola del pantano de Beleña para disfrutar de los caprichos de las rocas desde la ermita de Peñamira. Se accede a ella por una pista que sale al final del pueblo.

Para coger el hilo de nuestra ruta no tenemos más opción que volver a Tamajón si no queremos perdernos la visita a Valverde de los Arroyos. Pasaremos antes por Almiruete. Pocos pueblos tienen la virtud de ofrecer un maridaje tan atractivo de espacio natural y urbano como Almiruete. Situado en las faldas del Pico Ocejón en su cara este, es el primer pueblo de los llamados negros que el visitante encuentra en la carretera que lleva a Valverde de los Arroyos. Cuidadoso en su arquitectura, sus calles lucen durante la primavera un atractivo contraste entre el blanco reluciente de la flor de la jara, el colorido de los balcones floridos y el negro de la pizarra. Cada casa tiene su huerta o su jardín. Desde el cerro que vigila el pueblo, pueden verse la belleza del entorno y la uniformidad del pequeño enclave urbano. Jugando con las lajas de pizarra, los edificios públicos y privados van encajando en el paisaje en un puzzle envidiable. En el pueblo, durante el carnaval, se celebra una de las fiestas más populares y antiguas de cuantas se celebran en la provincia: los mascarones y mascaritas. Hombres ataviados con máscaras y cencerros y mujeres vestidas de blanco recorren el pueblo en un rito ancestral sobre la llegada de la primavera y el goce de los sentidos. Un museo recoge estas máscaras y trajes, preguntar por él.