Una ruta turística en moto por la provincia de Guadalajara. Organízala a tu aire.
Castillo de Jadraque

Castillo de Jadraque


Descripción

Antes de bajar a la villa de Jadraque, el motero se encuentra de frente con el catillo del Cid, una impresionante fortaleza sobre el “cerro más perfecto del mundo”, como lo calificó Ortega y Gasset. La construcción de este castillo no se debe a la intención del mítico caballero medieval cantado en la más grande gesta escrita en lengua castellana, El Cantar del Mío Cid, sino que su nombre debe identificarse con el primogénito del Cardenal Mendoza, Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, marqués de Canete y Conde del Cid. Su padre, obsesionado por las hazañas del guerrero de Vivar, no solo puso su nombre al hijo mayor, sino que consiguió que los Reyes Católicos nombrasen a su hijo Conde de Cid.

Se trata de un castillo-palacio, hoy reconstruido en su práctica totalidad, en el que se alojaron los Reyes Católicos, Carlos V, Felipe II y Felipe IV en sus viajes por Castilla. Con 77 metros de largo y casi 29 de ancho, totalmente hueco en su interior, el castillo tiene una entrada al lado sur defendida por dos fuertes torreones a la que se puede acceder por una carretera y un camino empedrado desde el pie. Tras la entrada hay un patio de armas, en cuesta por el que llega  a un muro con un portón lateral por el que se entraría a la parte militar del castillo. Más adentro hubo una tercera parte del conjunto, de carácter palaciego, con dependencias que existieron hasta el siglo XVIII.

Abandonado por sus dueños, fue vendido a finales del siglo XIX por el Duque del Infantado al pueblo, por la cantidad simbólica de 300 pesetas, se está hablando del año 1889. Mediante aportaciones personales, los jadraqueños hicieron una fuerte restauración del edificio que ha continuado hasta la actualidad cuando luce una atractiva planta externa y se usa para actividades culturales al aire libre.

Ya en el pueblo, es obligada una visita a la llamada Casa de las Cadenas. También se puede visitar la estancia donde, durante más de tres meses, estuvo encerrado Gaspar Melchor de Jovellanos. Se trata de la casona del ilustrado jadraqueño Arias Saavedra, amigo personal del escritor y político, que tras la guerra de la Independencia sería perseguido por sus afinidades francófonas. Estuvo algunas semanas con él en esta casa, hoy Casa de Cultura, Francisco de Goya, quien al parecer pintó en estas estancias el famoso cuadro de Jovellanos que aparece en todos los libros de texto. En la llamada Saleta de Jovellanos se conservan algunos muebles de la vieja estancia y unos frescos en las paredes y los techos que se supone fueron pintados por Jovellanos con el consejo del propio Goya.

La iglesia tiene una bella portada manierista obra de Pedro de Villa Monchalián y en su interior hay dos obras de gran valor: El Cristo de los Milagros, talla de Pedro de Mena y un Cristo recogiendo sus vestiduras de Zurbarán, del año 1661. En Jadraque hay una estupenda producción de piezas de alabrastro y una interesante apuesta gastronómica centrada en el cordero asado, famoso en la comarca, y el bacalao.

Galería de imágenes




Fuera de ruta

Desde Jadraque continuando por la carretera CM-101 llegarás a Jirueque donde el principal atractivo turístico es la Iglesia románica de San Bartolomé. Fue modificada durante el siglo XVI y tras una hermosa reja plateresca, la Iglesia de San Bartolomé conserva en una de sus capillas el sepulcro gótico del "Dorado de Jirueque". El sepulcro fue fabricado en alabastro en el que aparece esculpida la figura de Alfonso Fernández de Cuesta, religioso fallecido en 1510. Una inscripción con letras góticas rodea su cuerpo yacente. Más información aquí.

Si eres amante de la naturaleza y del agua Pálmaces de Jadraque es tu siguiente destino. A tan solo 15 minutos en moto de Jirueque y continuando por la carretera CM-101, encontrarás este término municipal cerca de la sierra de Mesa, donde destacan el monte de los Carrascales y el cerro de Torrenegro. El embalse de Pálmaces recoge el agua del río Cañamares, que salvada la presa, sigue fluyendo hasta alcanzar al río Henares. Entre un paisaje de encinas, robles y jaras podrás realizar actividades como senderismo o mountain-bike.